martes, 5 de julio de 2016

Parque Arví, noviembre 2015

Ayer en la parque Arví de Medellín, respirando la montaña, los pinos, la humedad de los musgos que cubren la tierra y se trepan a los árboles, rodeado de hortensias, bromelias y flores silvestres, paisaje pletórico de orquídeas y murmullos de insectos, cantos de aves, sintiendo la calidez de la risa y las crecientes raíces de la amistad en Colombia, por primera vez veo en su ambiente los hongos Amanita Muscaria, grafía natural de cubierta rojiza con puntos blancos, tóxicidad y alucinógeno al contacto, estética de la vegetación que nos atrae y nos llama desde una lengua profunda. Andar los senderos como quien los anduvo por primera vez, con el asombro y respeto que nos evoca reconocernos en la naturaleza desbordada de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario