Da pena leer cómo escritores y poetas aludidos se defienden con posts, gifs, chistes, memes o también con esa añeja práctica priísta del "ni te veo ni te oigo". ¿Dónde los ensayos o argumentos que vayan más allá del mero cinismo y la socarronería?
La indiferencia e indolencia son de las políticas más efectivas en México, simulan cierto aire de superioridad para no bajarse del pedestal imaginario
Al leer los ataques y comentarios reaccionarios contra Heriberto Yépez por las críticas que lanza a las antologías oficiales y a los voceros de la derecha literaria en México, pienso en Hanna Arendt y cómo hemos transitado de la banalidad del mal a la banalidad de la corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario