Durante dos días y medio nos impartió quizá el mejor de los seminarios que tuvimos en las sesiones del doctorado.
PhD en Estudios Culturales Latinoamericanos y deslumbrante pintor de la vida, desde hace poco más de dos décadas se ha dedicado a construir un centro cultural comunitario en el Valle del Patía, en el que participan niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, es decir, toda la comunidad.
Tanto yo como mi grupo creo que siempre quedaremos agradecidos por su conocimiento, su generosidad y también por su templanza, misma que nos ofreció un testimonio existencial de que los mundos académicos no sólo son de frivolidades y puntajes, sino que también están llenos de figuras excepcionales como él.
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