Abril fue un mes histórico para la lucha de las mujeres y los movimientos sociales en México. Lo que posibilitaron los hashtags #Miprimeracoso,#Primaveravioleta y #Vivasnosqueremos fue darle voz a todas las vidas violentadas por la permanencia de símbolos culturales misóginos y prácticas machistas que están encarnados en lo más retrógrada de la cultura.
Las diferentes manifestaciones en el país dan prueba de que es insostenible e indefendible estos tipos de violencia contra las mujeres, contra los hombres y especialmente contra los niños. Con razón uno de los tweets que más me impactó decía que "México no sólo era un país de machistas sino de pederastas", ya que los testimonios de los primeros acosos habían ocurrido antes de los 10 e incluso 9 años.
Desde hace décadas la impunidad ante estos hechos es una de las razones por las que estas prácticas continúan presentes y son ignoradas desde la propia familia hasta las instituciones de gobierno.
El ejercicio vital de memoria que ocurrió ayer es un acto de rebeldía ante la impunidad e indiferencia del pasado y el presente. El 24 de abril de 2016 siempre será recordado.
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