miércoles, 30 de septiembre de 2009

Hoy decidí escribirte con los ojos cerrados

Hoy decidí escribirte con los ojos cerrados
la tarde se ha llenado de brisa y en los párpados siento unas palabras lejanas
el silencio pesa como un árbol vacío
ha caído la luz
de nuevo el segundo me ha devuelto tu pequeño seudónimo de hoja

vienes
en este viento vienes y te cuelas por mi ropa
mi cuerpo
lentamente descifro tu pequeño aleteo
tu cálido rumor de suavidad
subes y bajas por mi pecho como un ligero secreto

mi cabeza llena de soledad te busca
tu silueta en fracciones
tu cuerpo hecho de oscuros trazos y despedazados ecos
se forma
incontables recuerdos son pedazos de ti
al fondo de mi oscuridad brillas como una lámpara caída

atravieso el oscuro pleamar de la memoria
más allá de mis párpados
más allá de mi cara y mi cabeza
entre lo olvidado y lo presente
te encuentro
tu piel diluida junto a la sombra de tu lejanía
tu cadera de nostálgica bahía

ahí te encuentro bajo la desnudez de la brisa
en el difuso transcurrir de mis recuerdos grises
más allá de mis ojos
de mis adormecidos ojos como derrumbados telones
te encuentro en la distancia de estas palabras lejanas
el pesado rumor de tu ausencia ronda la soledad de este poema.

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