miércoles, 7 de diciembre de 2011

BARCA

                                                                               Para karen



Voy a buscarte en las tinieblas
hasta morder la superficie de tu aroma

A tientas lameré la sombra que eres
en esta palpitante oscuridad de suspiros

Desnuda para mí como una verdad que siento
darás la vuelta entre mis dedos para siempre

Te veré girar en mi cuerpo cada vez más cerca
hasta que los ojos se besen antes que los labios

Agua en mi recuerdo serán nuestras miradas
temblando en esa fugacidad que se deshace

Amanecerá de nuevo tu cuerpo sobre el mío
y será tan íntima la luz de esa caricia
tan profunda como un aliento que nace y desenvuelve su nudo
será tan cálida como una tarde de verano sobre la piel
El cielo cantando en las pupilas

El tacto será la gota que permanezca
en el instante pleno que ha llegado a nosotros
y el silencio irá tejiendo su red definitiva
sobre nuestros cuerpos sumergidos en la experiencia sexual

La mítica divinidad de lo corpóreo amoroso
provocará una laguna en nuestras sábanas

Toda sed de deseo será saciada de rocío
mientras la noche nos va rodeando con su mano absoluta

Quedaremos a la deriva como en una barca de orgasmos
hasta llegar a alguna playa
donde las olas mojen nuestro sueño

martes, 6 de diciembre de 2011

LA NUEVA OCUPACIÓN: RENOVAR AL MOVIMIENTO

Carteles durante la última ocupación en Tijuana. 4/12/11

El movimiento de ocupas e indignad@s en todo el mundo toma un nuevo rumbo, está en la encrucijada de volver a la misma circunstancia, o crear alternativas para renovarse. La situación exige trazar nuevas estrategias, ajustarse a las complicaciones en vez de que ellas se ajusten en la voluntad de uno, ¿acaso las demostraciones pacíficas por todo el mundo no se ajustaron a la problemática de su contexto? Seguramente en cada ciudad donde hubo personas que formaron parte del movimiento y fueron reprimidas, por ejemplo aquellos que vieron la “sutileza” del estado policiaco con gases lacrimógenos, granadas, toletes, golpes, encarcelamiento, o aquéllos otros que los marcó su lado brutal al mostrar su verdadera cara coercitiva; en cada ciudad donde hubo personas coreando consignas, pintando carteles, haciendo mantas, dando información, colaborando, dialogando, conviviendo, aportando, quizá todas ahora se pregunten lo mismo ¿acaso ha terminado el movimiento?  Pregunta válida sin duda, el movimiento ha dejado de ser el fenómeno mediático y ahora es un momento de transición crucial, volver a ocupar es esperar la cada vez mayor represión por un Estado que sabe cómo hacerlo y lo hará si afecta sus intereses. Por todas partes hemos sido testigos cómo gobiernos elegidos por las propias personas en lugar de crear soluciones a exigencias legítimas, más bien buscan erradicarlas con su aparato represor, el problema no sería la democracia en sí, si no su constante traición y corrupción, su manipulación a beneficio de muy pocos; no conviene a los intereses financieros las concentraciones de gente que desafíen sus estructuras injustas, todas ellas basadas en lo más corrupto de la desigualdad, una desigualdad no tanto económica sino humana, en lo más básico, en lo que por derecho universal le corresponde a cada ser humano, una vida digna, en un mundo construido para ti y no contra ti.

La pregunta si el movimiento acaba o no solo pueden contestarla quienes a pesar de los obstáculos o dificultades, han seguido y siguen colaborando de manera activa. Resulta asombroso ver cómo tantas personas se reunieron un día bajo la consigna de la dignidad o la ocupación para manifestar el nuevo mundo que imaginan. Tantos lugares que hicieron eco al llamado, tantas personas que se reunieron a platicar, a preparar por primera vez una Asamblea, o a levantar por primera vez cartel, toda la gente que se manifestó en las calles, desafió a la policía, a su trabajo, a la escuela, compartió información, colaboró de la manera que pudo, todas esas personas que contribuyeron, saben muy dentro de ellas que sí es posible crear nuevas condiciones de vida, sí se logran cambios a través de la organización y participación de la gente, sí es posible porque implícitamente lo saben, hay una certeza de sentimiento que motiva a seguir, experimentar ese nuevo mundo a través de las ocupaciones ha sido tan solo una prueba de lo que se puede construir. En cada ciudad ha sido diferente esta experiencia, aun más en todas las ciudades que mantienen su ocupación y continúan generando ideas, propuestas, buscando la manera de cómo llevarlas a cabo, cómo continuar el movimiento de mentalidad.

Las ocupaciones físicas han sido un éxito pero no se debe detener ahí el movimiento. Ahora que las circunstancias son diferentes lo preciso es renovarse, posibilitar alternativas de acuerdo a su contexto, no aferrarse a ninguna plaza ni parque ni campamento, porque de alguna manera u otra, la presencia de las ocupaciones ha fundando un valioso espacio hecho por las personas para las personas, siempre estará ahí, jamás volverá a ser el mismo porque sirvió como base para lograr mover la conciencia colectiva y dirigirla hacia pensamientos como la libertad, la justicia, la igualdad[1], y no solo pensarlo sino crearlo a través de la participación, esta redirección, este acto de reconocimiento de los valores primordiales que nos constituyen, es uno de los grandes aportes del movimiento de ocupas e indignad@s al mundo.

Ojalá que las personas que continúen en las actuales ocupaciones las mantengan todo lo que puedan, emitan propuestas, establezcan enlaces, realicen acciones conjuntas y sumen apoyo. En cuanto a los campamentos que fueron removidos por la policía, la propuesta es que continúen la evolución del movimiento, busquen renovarse, la voluntad de participación debe ser aprovechada para construir, sin duda valorar el espacio donde estuvo el campamento, esa siempre será la plaza de Asambleas, volver a ella todas las veces que gusten, realizar eventos, impartir talleres, charlas, grupos de estudio, asesorías, brindar ayuda de todo tipo, estas acciones han aportado a cambiar la noción de que la ayuda solo se hace con dinero.

Una propuesta final para quienes continúan colaborando con o sin campamento, es que vayan a todas partes, circulen las ideas, realicen actos simbólicos afuera de las transnacionales, bancos u oficinas de gobierno, funcionen bajo el formato de ocupa móvil, el reto del movimiento es crear redes humanas, por eso es importante ir a comunidades alejadas del centro, fomentar actividades y diversificar sus opciones, convocar a eventos y volver a las plazas, a las calles, continuar distribuyendo información, concientizando, facilitando plataformas para colaborar, y convocando a las personas para que vuelvan al campamento o el lugar donde estuvo, los espacios siempre permanecerán ocupados, serán las primeras plazas donde se llevaron a cabo asambleas verdaderamente plurales y representativas. Si es verdad que el movimiento dice representar al 99% de las personas, no solo hay que manifestarlo sino creerlo, ir  en busca de  él, trabajar a su lado. La labor hecha hasta ahora es muy valiosa, que no decaiga esa voluntad porque es justo lo que piden gobiernos y aparatos financieros. Las tareas son bastantes, pero en cada acción que realicemos en beneficio propio y de los semejantes, ocurre esa reivindicación de la dignidad humana por la que tanto vale seguir, por todas aquellas semillas y frutos que han germinado hasta hoy.   


[1] Idea de un activista de Ocuppy Wall Sreet.

OCUPEMOS EL MUNDO: AMANECER ANTE NOSOTROS


Como tocar una guitarra, o acariciar una flor, o bailar enloquecidos hasta el amanecer. Como despertar cantando, con una sonrisa en los labios, al saber que te diriges otra vez a la vida, al darte cuenta que el mundo está hecho para ti, no contra ti.

Como tararear las primeras palabras mientras avanza la mañana, y tomas un café con canela desde tu ventana, el mundo es una pregunta y respuesta constante, tienes certeza de tu existencia mucho antes que los nervios y la mente, mucho antes de que la puedas pensar, la llevas dentro de ti, como una llamarada a veces cálida, otras veces quemante, el fuego nunca permanece de la misma manera; así llevas el calor, también el frío, y cada resplandor va forjando tus días, herrería espiritual, somos lo que creamos, la transformación la llevamos encarnada, y todavía hay quienes se rehúsan a cambiar, todavía hay quienes defienden el sistema actual de las cosas, contrahumanos, humanos a medias, humanos materializados, humanos objetivizados por una cruel administración, humanos devaluados por dinero, inteligencias fracturadas, corazones contraídos, siempre a la defensa, el dolor ha sido mucho y se rehúsan a sentir, se imponen la moral del entumecimiento, ética de angustia;  muy a pesar de este daño, la llamarada vital no se extingue, su calor continua, aunque su fulgor se reduzca a una chispa sigue ardiendo, y solo a veces logramos sentir su total calidez, en lo más sencillo de lo que experimentamos, en aquello que nos provoca un efímero arrobo y nos levanta, nos hace volar, hasta regresarnos al lugar donde partimos, el fuego sigue danzando, es el fuego ritual de la última noche del espíritu, es el fuego de la aurora que nace ante nosotros. 

Como ser capaces de no ansiar la felicidad ni evitar la tristeza, porque ambas son las manos con las que trabaja la vida. Como decidir lo que quieres, ir en busca de ello, dar forma a tus deseos, modular tus pasiones, atreverse a vivir, a equivocarse, pero también atreverse a triunfar, saber que la victoria no es nada si no se conoce el fracaso, saber que es en el territorio de la guerra donde nacerá  el gran árbol de la paz.

Como no claudicar, no formar parte del juego, como no traicionar ni traicionarte, no dar tu vida a los pantanos, sí respirar, sí tomar las manos de alguien y sentir su calor, también su frío, sí arrojarse a los sueños, sí perseguir hasta alcanzar aquello que consideres digno, sí abandonarlo cuando lo consideres así,  sí abrazar, sí besar, sí sonreír, sí bailar, sí carcajearte mientras se elevan los pájaros de tu dicha, sí tomar rumbos erróneos, sí aprender de ellos, sí perdonarse, sí transformarse como las gotas que se vuelven ríos, sí replegarse como el mar antes de arrojar sus olas, sí provocar un estruendo, sí retumbar, sí reunirnos para exigir el rumbo que queremos, sí organizarnos, sí aventurarse al diálogo, sí vernos a los ojos, sí pactar premisas lejos de estrechas ideologías, sí continuar, sí crear, sí someter a crítica, sí sembrar, sí crecer, sí lograr lo que anhelamos, un anhelo hecho tantos anhelos, una aspiración hecha de tantas aspiraciones, voluntades reunidas en una sola: cambio, sí lograremos un mundo distinto, sí lograremos que unos cuantos no asesinen el futuro de la mayoría, sí emergerá la causa que nos una, el espíritu del cambio se está sacudiendo, algo emerge desde la ceniza, su llama se levanta entre lo oscuro,  sí seremos victoriosos, sí celebraremos en las plazas, habrá una gran fiesta de fiestas, lo sabemos porque  en nuestra rebeldía, en nuestra negativa de simulación,  en la justa exigencia de que la vida mejore, en este gran reclamo que se escucha para que no predomine el horror, no se imponga la angustia como yugo sobre las personas, sabemos que ya está viva la semilla de la victoria en nosotros, y sí la alcanzaremos porque ya la hemos comenzado, crece como una raíz, somos el eco de su fuerza, una resonancia en movimiento que no se puede detener, ni el dinero ni el miedo vencerán la llamarada de la vida, su fuego jamás se extinguirá, aún cuando su última llama esté a punto de extinguirse, será la destello preciso que abrirá el amanecer.